En el segundo mandato de la presidencia de Donald Trump, su agresiva e impredecible política arancelaria podría desencadenar cambios tectónicos en la economía mundial, poniendo en peligro el estatus del dólar estadounidense como la principal moneda de reserva del mundo.
En su primer mandato, Trump ya demostró una inclinación por el proteccionismo duro: guerras comerciales con China, aranceles sobre el acero y el aluminio, y presión sobre los aliados en temas comerciales. En su segundo mandato, la retórica de Trump se ha vuelto aún más agresiva, aumentando las barreras arancelarias. Esto podría conducir a una reevaluación global del papel de Estados Unidos en el comercio mundial y el sistema financiero.
La agresión arancelaria es un incentivo para la desdolarización
Con los altos aranceles y la inestabilidad económica, otros países buscarán formas de minimizar su dependencia del mercado y la moneda estadounidenses. En consecuencia, se intensificarán los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales en monedas nacionales, sin pasar por el dólar.
Aunque la participación del dólar estadounidense en el comercio financiero mundial sigue siendo líder (alrededor del 49% según SWIFT), el dólar estadounidense ha disminuido bruscamente en las últimas semanas debido a la baja demanda de monedas en forma de imposición de aranceles por parte de Trump y su administración. Esto podría reducir muy rápidamente la participación del dólar estadounidense en las remesas internacionales.

Al mismo tiempo, la participación del yuan chino está aumentando constantemente, especialmente en el comercio entre países de Asia, África y América Latina. Según los datos preliminares, la participación del dólar estadounidense en el sistema mundial cayó bruscamente con la introducción de aranceles a principios de abril de 2025 (42-45%), mientras que la participación del yuan chino aumentó al 5-6%. Por esta razón, el índice del dólar cayó bruscamente en abril de 2025, cayendo por debajo de 100 en medio de la disminución de la demanda de la moneda.
La estrategia de «amenaza por acuerdo» de Trump y sus riesgos
Trump espera que al amenazar con nuevos aranceles, pueda presionar a sus socios para que hagan concesiones y logren un acuerdo de compromiso. De acuerdo con su lógica, cualquier país está interesado en el comercio con los EE. UU., por lo que las amenazas conducirán al deseo de encontrar un terreno común.
Sin embargo, esto podría ser un error estratégico. Los estados asiáticos ya están activando sus alianzas comerciales: una reciente reunión de representantes de China, Corea del Sur y Japón mostró su disposición a profundizar la cooperación regional, independientemente de Washington. Si Estados Unidos sigue jugando la carta de los aranceles, es posible que los socios prefieran prescindir de los productos estadounidenses, desde teléfonos inteligentes hasta automóviles.
El mundo puede adaptarse sin iPhones y Chevrolet, cambiando a marcas alternativas con calidad comparable y precios más bajos. Como resultado, los consumidores estadounidenses se enfrentarán al efecto contrario: los fabricantes aumentarán los precios internos para compensar la pérdida del mercado de exportación, lo que golpeará los bolsillos de los propios ciudadanos estadounidenses debido al encarecimiento de la mano de obra y las materias primas.
Aumento de la hostilidad entre EE.UU. y China
Uno de los principales factores de riesgo será la profundización de la confrontación comercial entre Estados Unidos y China. Nuevas sanciones, guerras arancelarias y restricciones a la inversión podrían desacelerar significativamente el crecimiento económico mundial.
Según estimaciones del FMI, en caso de una guerra comercial a gran escala entre Estados Unidos y China. El PIB mundial podría perder hasta un 0,8% anual, y el comercio mundial disminuiría entre un 2% y un 3%.
La interrupción de las cadenas de suministro mundiales, el aumento de la incertidumbre política y el aumento de los costos de transacción provocarán una disminución a largo plazo del crecimiento tanto en las economías desarrolladas como en las economías en desarrollo.
Oportunidades para los BRICS y el RMB
El grupo BRICS se ha convertido en una fuerza política importante en las últimas dos décadas, basándose en su deseo de contrarrestar la influencia occidental en las instituciones globales. A día de hoy, los BRICS ya incluyen 10 países.
Estados miembros del BRICS a partir de abril de 2025:
- Brasil
- China
- Egipto
- Etiopía
- India
- Irán
- Rusia
- Indonesia
- Sudáfrica
- Emiratos Árabes Unidos
Los países BRICS en el mapa:

En la cumbre de los BRICS de 2023 en Sudáfrica, los BRICS anunciaron la admisión de Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía y Argentina como nuevos estados miembros. Poco después de convertirse en presidente de Argentina, Javier Milei anunció que su país no se uniría a la organización, mientras que los demás países se convirtieron en miembros en 2024. Arabia Saudita no se ha unido formalmente a los BRICS. Indonesia se unió al bloque como miembro de pleno derecho el 6 de enero de 2025. (El nombre informal BRICS+ a veces se usa para reconocer la expansión de la organización). La expansión del grupo en 2023 ejemplifica su creciente peso, pero también trae nuevos desacuerdos sobre temas como la invasión rusa de Ucrania.
En este contexto, los países BRICS+ están trabajando activamente para desarrollar mecanismos financieros alternativos:
- Ampliar el uso de las monedas nacionales en el comercio dentro del bloque.
- Creación de sistemas de pago alternativos.
- Iniciativas para emitir una moneda de liquidación común para los países BRICS+.
China, en particular, está promoviendo activamente su moneda a través de las iniciativas «Un cinturón, una ruta», expandiendo el área de circulación del yuan en las regiones en desarrollo.
Implicaciones para EE.UU. y la economía mundial
La pérdida del estatus del dólar como moneda no alternativa del mundo tiene consecuencias nefastas para Estados Unidos:
- La menor demanda de títulos del Tesoro de EE.UU. elevará los rendimientos y aumentará la carga sobre el presupuesto de EE.UU.
- Los sistemas de pago alternativos permitirán eludir las liquidaciones en dólares.
- Un dólar más débil encarecerá las importaciones y aumentará la inflación interna.
La economía mundial en su conjunto se fragmentará más, aumentando los costos, reduciendo la eficiencia del comercio mundial y haciendo que los mercados internacionales sean más volátiles.
El equilibrio de poder está cambiando
En el segundo mandato de Donald Trump, las agresivas políticas arancelarias y la escalada de las guerras comerciales podrían desencadenar cambios profundos en la arquitectura financiera mundial. El proceso de desdolarización, el fortalecimiento del yuan y la formación de bloques monetarios regionales cambiarán inevitablemente el equilibrio de poder. La experiencia histórica muestra que los errores internos debilitan el dominio de la moneda, y el proteccionismo de Trump puede ser precisamente ese error, dejando una huella a largo plazo en la economía mundial.